CONSEJOS PARA GUARDAR UNA BOTELLA DE VINO ABIERTA

Si disfrutas de una o dos copas de vino en ocasiones especiales o celebras un determinado evento, lo más probable es que alguna vez hayas tenido que almacenar una botella abierta de vino.

El vino es popular o culturalmente conocido por su capacidad para mejorar con el paso del tiempo y su capacidad para guardarse durante largos periodos de tiempo, pero esto ocurre sólo mientras la botella está cerrada. Tan pronto como se abre una botella de vino, comenzará a deteriorarse por la exposición al oxígeno.

Pequeñas cantidades de oxígeno son realmente buenas para el vino, ya sea tinto o blanco. Un poco de oxígeno puede ayudar a desarrollar el sabor, ampliar los aromas y reducir la amargura o acidez. Pero una vez abierta la botella, grandes cantidades de oxígeno hacen que el sabor del vino se deteriore rápidamente.

La oxidación, o exposición al oxígeno del aire, pueden transformar un vino abierto en imbebible convirtiéndolo, literalmente, en vinagre. La duración del vino en un estado aceptable una vez abierta la botella varía según el tipo de vino.

Los vinos más jóvenes pueden durar más que los vinos más viejos. Los vinos tánicos durarán más que los vinos más ligeros.

Los vinos blancos apropiadamente tapados con su propio corcho, o un tapón especial, y refrigerados duran más que los vinos tintos.

Es por ello que es bueno saber algunos consejos para guardar y conservar los encantos del vino, de la manera más correcta y adecuada, siempre siguiendo estos sencillos consejos.

• Refrigerado

Si de antemano sabes que te sobrará vino, no lo mantenga abierto en la mesa. Sirva el vino que necesite en una jarra o decantador, tape el restante y refrigérelo. Retire el vino de su refrigerador aproximadamente dos a tres horas antes de que planee beberla (esto permitirá que el vino vuelva lentamente a la temperatura ambiente). Refrigerarlo puede provocar que pierda cualidades, pero perderá muchas más si está abierto a temperatura ambiente. De igual manera guardar el vino abierto en una zona fresca y seca de la casa. En cualquier caso la temperatura ambiente no debe ser superior a 22ºC.

• Bien cerrado

Tape siempre la botella abierta de vino mediante con su propio corcho. Si el corcho está dañado, utilice un tapón especial para vino, asegúrese de que esté quede bien cerrado y no entré aire. Los tapones de vino están disponibles a precios accesibles en muchas tiendas de vino especializadas.

• Protegido de la luz

Mantenga la botella de vino alejada de la luz (especialmente la luz del sol). Incluso la exposición breve a la luz puede afectar muy negativamente al sabor del vino.

• Siempre en vertical

Una botella abierta y convenientemente tapada, no debe ser guardada en posición horizontal, esto aumenta la superficie de contacto del aire con el vino. Déjese siempre la botella en posición vertical y que se mueva lo menos posible, a fin de minimizar el contacto del aire con el vino.

• Cambio de botella

Otra alternativa a la hora de guardar el vino de una botella abierta es utilizar una botella de menor tamaño. Utilice un embudo para verter el vino restante de la botella original a una botella de tamaño menor, procurando que ésta quede completamente llena de vino. Tape la botella de menor tamaño de tal modo que apenas quede la medida de un dedo de aire entre el vino y el tapón. Guarde esta nueva botella de acuerdo a los criterios en los puntos anteriores.

• Bomba de vacío

Compre herramientas especializadas en extracción de aire, como una bomba de vacío o un inyector de gas inerte, para ayudar a almacenar el vino sobrante. Estas herramientas están disponibles en tiendas virtuales y en especializadas de vino. Estas herramientas eliminan el aire del interior de la botella y pueden alargar varios días la vida del vino.

• Consuma el vino

No esperarse que un vino abierto duré semanas o meses. Los sistemas antes vistos pueden reducir la pérdida de calidad pero cualquier botella de vino abierta siempre debe ser consumida lo antes posible ya que pocos días después de su apertura se deteriora todas sus características. Consuma el vino dentro de tres a cinco días a partir del día en que se abrió la botella. Después de cinco días, el vino por consiguiente estará en mal estado de sus características que lo definen.

Así que si sigues con estos sencillos pasos, seguro los vinos abiertos en tu estante, estarán muy bien guardados para disfrutarlo en una tarde o noche, acompañado con una buena lectura o un buen maridaje.